Sembrador de estrellas - Alonso Ríos Vanegas

Sembrador de estrellas
Escultor: Alonso Ríos Vanegas
Material: Fundición en bronce a la cera perdida
Ubicación: Facultad de Ingeniería - Universidad de Antioquia - Medellín, Antioquia
Año: 11 de agosto de 1994

Esta es una de las grandes obras del maestro Alonso Ríos, a la cual además le tengo un aprecio muy especial, teniendo en cuenta que son egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia.

Con orgullo digo que me tocó ver el proceso (lástima que nunca se me ocurrió guardar un registro fotográfico) de la elaboración de esta escultura. Desde que el maestro con gran habilidad moldeó en yeso la figura que, valga la pena decirlo aquí, es de tamaño natural. Luego de esto, se realizó una matriz con fibra de vidrio, la cual se desarmaba como un gran rompecabezas ensamblado con una cantidad de tornillos colocados a lo largo de las uniones de lo que sería finalmente un molde para la cera.

Se utilizó luego la anterior matriz para moldear la figura en cera. He aquí que le tocó nuevamente al maestro realizar una gran cantidad de retoques para verificar que esta nueva figura, copia de la original en yeso, tuviera todos los detalles que con tanta paciencia moldeaba el maestro Alonso. Hasta ahí pensé que el proceso realmente era sencillo y que no tenía mucho misterio, hasta que comenzó todo un proceso de agregarle una gran cantidad de piezas de cera al rededor de la figura con el fin de permitir que cuando se realizara el molde, pudiera darse un flujo adecuado del bronce fundido.

Después se ubicó en el taller de fundición aquella gran pieza de cera y se procedió a recubrirla con múltiples capas de diferentes arcillas refractarias hasta que quedara lo suficientemente fuerte para poder resistir los cerca de 900 kilogramos de diferentes materiales que se utilizaron para la fundición.

Siguió un gran proceso que, me acuerdo mucho, fue realmente una gran fiesta en ingeniería: la fundición. Se debe tener en cuenta que esta gran escultura en tamaño real se fundió de una sola vez y en una sola pieza sin ningún ensamble. Fue todo un proceso ubicar los crisoles, estar pendiente que se tuviera todo el material necesario para que no fuera a quedar la pieza incompleta, etc. Aquí se debe el crédito a los fundidores, los ingenieros y docentes de la facultad Hector Daniel Mejía y Alejandro Echavarría y a un grupo de colaboradores que formaba en ese entonces el Grupo de Cera Perdida.

Pensaba yo entonces, que sólo restaba eliminar todo el material sobrante y saldría una espectacular obra de inmediato; sin embargo, no fue así... se me olvidaban todas esas piezas de cera que se habían ubicado para permitir que fluyera el material fundido sin problemas, las cuales ya no eran de cera, si no de bronce. Debido a esto seguía entonces un proceso de eliminar, segueta en mano, todas estas piezas que no harían parte de la escultura final.

Seguiría, y no como último proceso, el pulido de toda esta escultura, el cual contaba nuevamente con el maestro Alonso Ríos pendiente nuevamente de que cada detalle de la escultura quedara tal como él concibió la obra.

Se terminaría con el proceso de patinado y la ubicación de la obra detrás del viejo bloque de ingeniería, al lado del ya desaparecido taller de fundición, donde se dio este grandioso proceso artístico.

La obra finalmente quedó pesando unos 500 kilogramos y fue movida a su ubicación actual (donde se tomaron las fotografías), atendiendo la construcción del nuevo edificio de Ingeniería.

La obra muestra un hombre desnudo, que arrodillado en el suelo se dispone a sembrar las estrellas que simbolizan semillas de luz, lo cual debe ser una actitud del ingeniero. Se aprecia un hombre fuerte, con gran musculatura, pero que a pesar de esto está sembrando las estrellas con gran suavidad.









Esta última fotografía es mi estrella.... mi recuerdo de esta escultura. Hace parte de una historia diferente en la que básicamente lo que sucedió ese que en mi curso de fundición, tuve la posibilidad de fundir una estrella de las mismas que se utilizaron en el sembrador, la cuál guardo con mucho cariño, a pesar de que, no quedó tan perfectamente fundida y pulida como las de la escultura realizada por el maestro Alonso Ríos.

Torrente - John Castles - Museo Rayo, Roldanillo Valle

"Torrente"
Escultor: John Castles
Material: Acero
Año: 1998
Ubicación: Museo Rayo - Roldanillo, Valle

Desconozco cómo hace el artista para lograr estos desarrollos... Quienes, por algún motivo, conozcan el manejo de la geometría descriptiva o hayan trabajado con desarrollos de lámina, entenderán que estos dobleces, los cuales, aunque parezcan simples o minimalistas, realmente requieren de un trabajo de desarrollo previo muy laborioso. Se debe tener en cuenta que no es papel lo que se aprecia en el suelo... es acero, que aunque ante una prensa fuerte puede considerarse papel, no da pie a equivocarse... se debe elaborar muy bien el desarrollo y el corte de la lámina, la cual no es una simple tira rectangular.

Espero a lo largo del blog poder tomar más fotografías del trabajo de este gran escultor. En lo que he podido conocer de él (los invito a consultar sus obras) realiza un gran trabajo geométrico-abstracto.

Finalmente no puedo olvidarme de darle las gracias al "Museo Rayo", en Roldanillo Valle, en donde me acogieron de una manera espectacular y me hicieron sentir como en casa.... Muchas gracias "Museo Rayo".



Silleteros de Santa Elena - "Cuando pasa un silletero es Antioquia la que pasa" - Luz María Piedrahita B.

"Monumento al silletero"
o "Silleteros de Santa Elena"
Escultora: Luz María Piedrahita B.
Material: Bronce
Fotógrafo: Yeco Murillo

De esta bella escultura del corregimiento de Santa Elena, he encontrado los nombres citados en el título. Aunque, independiente de su nombre, es claro que es un gran homenaje a la pujanza antioqueña representada en este personaje típico que es conocido como "El silletero".

Para quienes desconocen algo del silletero, comenzaré diciéndoles que en Medellín se celebra cada año, desde 1957, el desfile de silleteros. Esta es una fiesta muy disfrutada tanto por nosotros los antioqueños, como por gran cantidad de turistas colombianos y extranjeros que se vienen a deleitar con nuestra hermosa tierra y, en este caso en especial, con la belleza de las flores que adornan espectaculares silletas.

Continuaré definiendo la silleta: una silleta es un armazón a modo de silla en la que antiguamente se trasladaban personas (a los conquistadores en la conquista o a enfermos antes de los avances del transporte de hoy en día) y que luego se utilizó para poder bajar la producción de las flores hasta la "Placita de Flórez" (no es un error ortográfico... su nombre es en honor a quien donó los terrenos donde se construyó: Rafael Flórez). Las flores se acomodaban en manojos y se ubicaban dentro de la silleta y así se podían llevar al mercado conservando su excelente calidad.

Entonces: el desfile de silleteros es la ocasión en la que estos campesinos, ubicados en la vereda Santa Elena, lucen sus mejores silletas. Hoy en día las silletas no sólo cargan flores... también cargan hermosos mensajes ya que en ellas se plasman hermosas figuras.

Hoy en día, se conserva el desfile de silleteros, en donde se ha vuelto famosa la frase que se encuentra debajo de la escultura: "Cuando pasa un silletero... es Antioquia la que pasa", debido al orgullo que sentimos los paisas por nuestros silleteros.

El desfile de silleteros es el evento central de la feria de las flores, que es una gran fiesta que dura aproximadamente una semana y en la que se encuentran otra gran cantidad de actividades, tales como tablados de música, el desfile de autos clásicos y antiguos, el festival de la trova, y la feria artesanal Orquídeas, pájaros y flores.

Esta escultura representa el silletero con su familia, vestidos con atuendos típicos de la región, donde sobresalen el carriel, el sombrero, las alpargatas y esas bellas faldas rotondas que la mayoría de las veces eran negras y adornadas con coloridos bordados.

Gracias a la escultora: Luz María Piedrahita B., por este hermoso homenaje a este símbolo de la cultura antioqueña.

Importante en estas fotos es su autor: si bien estaba yo allí presente como se puede apreciar en una de las fotos de abajo, fueron tomadas por un fotógrafo, bailarín de tango y muy amigo mío: Yecid Murillo. Los invito a conocer parte de su trabajo en su página: http://www.yecomur.com/.






En esta foto me encuentro yo al lado de Nathalia Solera, también gran bailarina de tango y que se encontraba con su pareja, mi gran amigo, Yecid Murillo, quien era el fotógrafo. A ambos los pueden conocer en su página:  www.tangonitos.com.ar se las recomiendo.

A continuación otro par de esculturas de madera encontradas, la primera, en el parque principal de Santa Elena, y el segundo (el búho), cerca al Silletero (un sitio bastante conocido en la región).